Un soldado fue abatido y otros dos detenidos. Estrés post-traumático, posible detonante.
Al menos 12 soldados murieron y otros 31 resultaron heridas ayer durante un tiroteo en la base militar de Fort Hood, la más grande de Estados Unidos, en Texas, informaron las autoridades.
Dos soldados fueron detenidos y otro abatido, declaró a la televisión el general Bob Cone, responsable de la base de Fort Hood, escenario del sangriento hecho.
Según la cadena NBC, uno de los presuntos responsables de la matanza es un militar con grado de comandante, en tanto el soldado que fue abatido fue identificado como Hassan Malik.
El presidente Barack Obama calificó el hecho como un terrible rebrote de violencia.
“No conocemos aún todos los detalles de lo que pasó y los revelaremos cuando los conozcamos. Lo que sabemos es que se mató a una serie de soldados y un número importante fue herido en un terribe brote de violencia”.
Un miembro del Congreso estadounidense, John Carter, precisó que el tiroteo se produjo durante una ceremonia de entrega de diplomas en la base.
En el destacamento había un importante número de soldados con estrés post-traumático tras haber intervenido en las operaciones de Irak o Afganistán.
El Ejército estadounidense sufre de una cifra récord de suicidios y de otros síntomas de trauma de soldados que regresan de las guerras.
El Ministerio de Seguridad Interna, responsable de la lucha contra el terrorismo, señaló que aún es “muy temprano” para determinar el móvil del tiroteo.
La base militar de Fort Hood, en el sureño estado de Texas, esta situada en el corazón de Texas. Fort Hood es la mayor base del ejército estadounidense y cubre cerca de 880 km2, indica su página en internet. El sitio de internet del Ejército había informado, anteriormente, que “efectivo inmediatamente, Fort Hood está cerrado. Esto no es un simulacro, es una situación de emergencia”.
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